14 diciembre 2022

CAPÍTULO 3: UNO MÁS


CAPÍTULO 3

UNO MÁS

 Sin protestar, Piero se fue a su dormitorio. Se recostó en la cama y empezó a pensar sobre lo que acababa de decir su padre ¿ por qué motivo no le dejaba ver a Alessandra? ¿por qué le dijo que era por su bien, tanto de Alessandra como de él? ¿Qué habrá pasado entre los padres de Alessandra y sus padres?

Tenía que averiguar lo que había pasado entre las dos familias y eso significaba que tenía que preguntar a los padres de Alessandra.  

Mientras Piero estaba en su dormitorio, Doña Bianca fue hablar con Don Leonardo, tenía una noticia que darle. Don Leonardo estaba en el salón con Ángel hablando sobre su hijo, cuando Doña Bianca se acerco a Don Leonardo, le dio un beso y le dijo que tenía que hablar con el a solas. Don Leonardo le dijo a Ángel que se podía marchar, que ya habían terminado por esa noche. 

Doña Bianca le dijo que se sentara, sabía que estaba enfurecido y  no sabía como iba a reaccionar, éste se sentó al lado de Doña Bianca y sin pensarlo le dio la noticia ¡Estaba embarazada! Don Leonardo reaccionó bastante bien.






Pasaron los días y Doña Bianca tuvo su primera revisión del embarazo; el médico le dijo que todo iba bien.

La noticia de un nuevo bebé en la familia fue bien recibida por Piero y por Mariella, la peque de la casa, ella quería ser una buena hermana mayor.












En la segunda revisión Doña Bianca fue con su marido. Esta vez la hicieron una ecografía donde se veía que solo era un bebé y que era un niño. Todo iba bien. Los dos contentos se fueron para casa.
Al cabo de unos días, Doña Bianca se empezó a encontrar mal; Don Leonardo la llevó a urgencias, allí la hicieron pruebas. El bebé estaba bien pero Doña Bianca tenía preclamsia (tensión arterial alta en el embarazo), tenía que tomar medicación para bajar la tensión.

Mientras Piero, iba al instituto, allí se veía con  Alessandra. a la salida de iba a buscar Ángel. No aguantaba más, llevaba semanas sin poder salir con Alessandra. Intentó unas cuantas veces despistar a Ángel pero no tuvo éxito.

Las cosas en el embarazo no iban bien, en la siguiente revisión el médico le dijo a Doña Bianca que tenía que adelantar el parto. La mando ingresar. 

Doña Bianca estaba tranquila pero a la vez preocupada. 
Don Leonardo se sentía asustado, no quería que a su mujer ni a su hijo les pasase nada.

Una vez en el hospital, la asignaron una habitación. En cuanto estuvo instalada, la enfermera la puso un gotero con oxitocina. Por el momento todo iba bien.



En cuanto la oxitocina empezó hacer efecto, Doña Bianca sintió las primeras contracciones, el dolor que sentía era más fuerte de lo esperado. ¡rompió aguas! podía sentir la  ansiedad subiendo por las nubes, se estaba dando cuenta de que no estaba lista emocionalmente para el proceso. Las contracciones eran incomodas pero manejables.






Don Leonardo decidió abrazarla y empezar a balancearla. 
Doña Bianca no podía haber pedido una mejor persona para estar en ese  momento con ella.




Doña Bianca sentía unos dolores insoportables, tenía dificultades para procesar todo.
Pensaba ¿Cómo será cuando llegue el momento de empujar? Sus miedos se estaban apoderando de ella.  ¿ Por qué se estaba demorando tanto? Las contracciones eran dolores punzantes intensos que hacían que se sintiera irritada. Lo que la llevaba a criticar a todo el que estuviera a su lado.

Cuando el obstetra fue a comprobar que tal iba, la miro cuanto había dilatado, todavía la faltaba cuatro centímetros.


La dijo que si quería podía ponerse la epidural pero Doña Bianca no quiso.
Entonces la obstetra la recomendó que se diera un baño con agua caliente. Doña Bianca le hizo caso, se dio un buen baño, el estar en agua hirviendo le proporcionó un dulce alivio muy necesario.
Una vez fuera del agua, las contracciones volvieron. Sentía mucho dolor, tanto dolor que tenía ganas de llorar. 






Don Leonardo no podía ver a su esposa sufrir así, quería ayudar y no sabía como.






Cuando se despertó la preguntó como podía ayudarla. Doña Bianca le dijo que podía darle un masaje en la espalda, este no se lo pensó, enseguida se puso a ello.




Después del masaje Don Leonardo volvió abrazarla y empezó a balancearla.




Doña Bianca se sintió tranquila, sabiendo el apoyo que recibía de su pareja, también se  sintió agradecida por el hombre tan solidario que tenía en su vida. 







Una vez que dejaron de balancearse, Doña Bianca se acostó en la cama y se quedó dormida.









En ese momento Don Leonardo aprovecho para hablar con la doctora, quería saber si todo iba bien, a lo que la doctora le dijo que por el momento iba todo bien,
pero Don Leonardo la hizo otra pregunta ¿por qué estaba tardando tanto en dilatar? ¿en los dos partos anteriores no había tardo tanto? 



En ese momento la doctora no supo
que contestar y llamo a un compañero, este otro doctor le explico que en  los otros partos Doña Bianca era mucho más joven, que no habían sido inducidos como este y que no había tenido ninguna complicación durante los embarazos y es por eso por lo que se estaba demorando tanto.



Don Leonardo no dijo nada. Los doctores se fueron y dejaron a la pareja tranquila.
Cuando Doña Bianca se despertó por una terrible contracción, decidió ponerse hacer ejercicios de respiración y movimientos leves en la pelota.




La respiración rítmica ayudo a que  las contracciones fueran más rápidas y también la ayudo a concentrarse en algo más que en el dolor. 
Ahora sabia que el dolor que estaba sintiendo era simplemente el movimiento de su bebé por el canal de parto.

¡Por fin es la hora! Las contracciones eran mucho más intensas. Doña Bianca se quito de la pelota y llamo a la doctora. 
La doctora la hizo una comprobación de como iba la dilatación. Efectivamente. Doña Bianca estaba preparada para ir al paritorio.


Una vez allí, la doctora la mando empujar cada vez que llegaba una contracción.






Doña Bianca sentía que las contracciones eran una agonía, todo lo que se la ocurrió hacer fue gritar cada vez que empujaba y así obtener algo de alivio.




Don Leonardo quiso quedarse durante el parto pero no aguantó, se empezó a marear y se tuvo que retirar.











Por fin Doña Bianca sentía alivio después del ultimo empujón.




¡Ya había terminado! Estaba exhausta física y mentalmente.



¡Al fin veía a su pequeño Estefan!








Una vez terminado el parto, tanto Doña Bianca como el bebé fueron llevados a la habitación.
Estuvieron ingresados un par de días. Cuando por fin les dieron el alta, se fueron para casa, allí estaba Mariella esperando a conocer a su nuevo hermanito.




Cuando Doña Bianca estaba a solas se la pasaba por la mente el plan de parto que tuvo, hubiera deseado que las cosas hubieran sido diferentes pero estaba feliz de que ella y su bebé estuvieran bien. Aunque no es lo que había planeado y eso siempre es algo decepcionante.
Don Leonardo estaba feliz, por fin su mujer y su bebé estaban en casa. Durante el embarazo se sintió estresado pero ahora estaba contento de que todo haya salido bien.





PRESENTACION DEL PEQUEÑO ESTEFAN